RUPTURA DONDE SE PONEN EN JUEGO
INTERESES DE LOS AGREMIADOS
Rafael Michel.
Intereses de los miembros de cada una de las oficinas -de dónde se fomenta la cultura- se están ventilando; desde la ciudad española de Madrid, se asegura que el divorcio (mal avenido) entre el Instituto Cervantes y la Real Academia Española (RAE) ya es total, con cruce de acusaciones, hostilidades cruentas y sin pudor, en esta ocasión por la elección de Panamá para el Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE), que se celebrará en cuatro años.

La fractura entre las dos principales instituciones españolas que velan por la proyección internacional del idioma se evidenció además con el plantón que dieron los académicos a uno de los actos más importantes del año para el Cervantes, la reunión de su patronato, presidido por el rey Felipe VI y con la presencia del presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, y el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, que fueron testigos directos de la agria disputa.
La Real Academia Española (RAE) es la institución cultural más importante de los 21 países de habla hispana. El objetivo esencial desde su creación fue elaborar un diccionario de la lengua castellana.
La Real Academia Española (RAE) se fundó en Madrid el año 1713, durante el reinado de Felipe V y por iniciativa de Juan Manuel Fernández Pacheco y Zúñiga, inspirada en el modelo de la Academia Francesa y con el propósito, reflejado en sus primeros estatutos, de trabajar al servicio del idioma español. Tras algunas reuniones preparatorias realizadas en el mes de junio, el 6 de julio de ese mismo año se celebró, en la casa del fundador, la primera sesión oficial de la nueva corporación, tal como se recoge en el primer libro de actas, iniciado el 3 de agosto de 1713. En estas primeras semanas de andadura, la RAE estaba formada por once miembros de número, algunos de ellos vinculados al movimiento de los novatores.
Armando G. Tejeda de la jornada, así lo da a conocer en la jornada, y agrega además que en la foto del patronato del Instituto Cervantes no estaba nadie de la RAE, ni su presidente, Santiago Muñoz Machado, ni los académicos que regularmente asisten a este encuentro, entre ellos el escritor y premio Cervantes 2023, Luis Mateo Díez. Era el gesto que habían acordado los miembros de la RAE para expresar su “malestar” con la trifulca que se desató la víspera del Congreso de la Lengua en Arequipa, Perú, tras las palabras del director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, en las que señalaba a Muñoz Machado de ser “abogado de negocios millonarios”, y no un “filólogo”, como él mismo y como los anteriores presidentes de la RAE. Esas palabras convirtieron el divorcio entre ambas instituciones en el gran protagonista del CILE de Arequipa, que se celebró entre el 14 y el 17 de octubre pasado; es decir, hace sólo dos meses, con lo que la herida sigue abierta.
Ahora, el nuevo motivo por el que se pusieron en evidencia sus abiertas hostilidades fue por elección de Panamá para el CILE próximo, supuestamente, porque en la elección no se tomó en cuenta al Instituto Cervantes, uno de los principales organizadores del encuentro, y la decisión la adoptó en solitario la RAE y la Asociación de Academias de la Lengua Española (Asale), que integra a las instituciones académicas de nuestro idioma en todos los países en los que habla.
La institución se ha dedicado a preservar —mediante actividades, obras y publicaciones— el buen uso y la unidad de una lengua en permanente evolución y expansión, una aspiración también recogida en sus estatutos vigentes, de 1993.
Con la creación de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE) en 1951, se comenzó a desarrollar una política lingüística que implica la colaboración de las veintitrés academias de España, América, Filipinas y Guinea Ecuatorial, con el fin de fijar la norma común sobre léxico, gramática y ortografía para todos los hispanohablantes.
A lo largo de su historia, la RAE ha tenido sedes temporales en distintos lugares de la capital de España. La actual, en la calle Felipe IV, es un edificio construido expresamente para la corporación e inaugurado en 1894. En 1964 se convirtió asimismo en sede de la ASALE, cuya presidencia ostenta la RAE por decisión de todas las academias.
Desde 2007 la institución cuenta también con el Centro de Estudios de la RAE y de la ASALE, un edificio de la calle Serrano (187 y 189) cedido por el Gobierno de España para acoger los proyectos panhispánicos.
El español es la segunda lengua más hablada en el planeta
El idioma español, es la segunda lengua materna más hablada del planeta, luego del chino mandarín que cubre una población nativa de aproximadamente 1.100 millones de habitantes.
La institución se compone por 46 Académicos de Número, llamados así por formar parte de un determinado grupo de intelectuales, elegidos por la Academia a partir de sus méritos y contribuciones a la Lengua Española. Éstos ocupan una silla denominada con una letra del alfabeto, donde se toman en cuenta tanto las mayúsculas como las minúsculas.
Es una especie de congreso, que se reúne una vez a la semana con la finalidad de tratar asuntos de interés.
Sus miembros se escogen por votación secreta y, hasta el año 2019, un total de 476 individuos pertenecientes a diferentes ramas del conocimiento, tales como Letras, Lingüística, Filosofía, Filología, Historia y Ciencias, han ocupado alguna de sus sillas. Ser Académico de Número de la Real Academia se constituye en un cargo vitalicio y sólo cuando la persona muere es sustituida mediante una nueva elección. (Fuentes: RAE, Gaceta de Madrid)
Se exige una rectificación. El director del Cervantes, el poeta García Montero, denunció abiertamente que esa decisión la “tomó en solitario” Muñoz Machado, al que volvió a tildar de “abogado de negocios” y de no tener la entidad intelectual “de un filólogo”, ya que el presidente de la RAE es abogado de formación académica, pero al mismo tiempo tiene una larga trayectoria de ensayista y autor.
Además, García Montero acusó a la RAE y a Muñoz Machado de vulnerar la normativa del propio CILE y de adoptar esa decisión de forma arbitraria. Incluso, emitió un comunicado en el que señaló que “la designación de las sedes” de los CILE “se consensúan entre el Instituto Cervantes y la RAE tras una evaluación de las candidaturas presentadas a ambas instituciones y al gobierno de España”, por lo que –advierten– “la elección unilateral de Panamá sin el previo conocimiento del Instituto Cervantes vulnera la buena relación entre instituciones, que ha sido la norma general de estos congresos, fundados por el Instituto Cervantes en 1997, y a los que en 2001 se sumó la RAE y la ASALE”.
El Instituto Cervantes fue creado por el Gobierno español en marzo de 1991 para dar respuesta a la necesidad estratégica de dar coherencia a la acción exterior del Estado en lo referido a la enseñanza del español y la promoción de la cultura española, tal y como establece su ley fundacional. Nació en el marco de las celebraciones del V Centenario, en el contexto de una operación de consolidación de la España surgida de la democracia que incluyó los Juegos Olímpicos de Barcelona o la Exposición Universal de Sevilla, entre otros hitos. Casi 35 años después, con más de 100 sedes en 54 países de todos los continentes, el Instituto Cervantes se ha consolidado como una institución de Estado, instrumento fundamental de la diplomacia cultural española.
El Instituto Cervantes, cuyo objetivo es promover universalmente la enseñanza, el estudio y el uso del español y contribuir a la difusión de las culturas hispánicas en el exterior, es hoy una marca de calidad y prestigio, y nuestras acciones tienen siempre como finalidad mantener y aumentar tanto la calidad de sus actividades y servicios como la reputación de nuestra marca, que es la de la cultura española (en todas las lenguas del estado) y panhispánica (de todos los países de habla española)
El comunicado finaliza con una advertencia: “el Instituto Cervantes lamenta que la RAE, beneficiándose de la presidencia nata de ASALE, utilice a las academias latinoamericanas provocando daños a las relaciones institucionales y culturales con Panamá. Asimismo, ante el incumplimiento de las obligaciones y compromisos asumidos con el Instituto Cervantes, exige a la RAE una rectificación de su actuación y la vuelta a la senda responsable de mutua colaboración”.
Desde la RAE se explicó de forma extraoficial que la elección de Panamá “no se comunicó antes por decisión de las academias, entre otros motivos, porque aún quedan tres años para el próximo congreso y porque la situación de tensión y desencuentro que el director del Instituto Cervantes provocó en Arequipa hizo que no fuera el mejor momento para el anuncio. Sin embargo, el director de la RAE se lo comunicó personalmente al ministro de Exteriores el mismo día en que se regresó de Arequipa”.

La misión del Instituto de cervantes es:
- Contribuir a un futuro de entendimiento en el que el español simbolice los valores democráticos, en particular la diversidad propia de nuestra lengua y su cultura.
- Convertir el español y su cultura diversa, inclusiva y de convivencia en símbolos globales de entendimiento futuro, tanto lingüístico como cultural.
- Impulsar el uso y la enseñanza del español, así como de las lenguas cooficiales de España.
- Difundir la cultura panhispánica y elevar la influencia internacional de España a través de nuestro idioma y sus culturas.
- Fomentar el encuentro e intercambio de la cultura española y panhispánica con las otras culturas del mundo.
- Actuar como instrumento privilegiado para reforzar el prestigio y la influencia de España en el mundo, mediante la difusión y promoción de su patrimonio lingüístico y cultural.
