Los señalamientos a algunos de sus integrantes de supuestos vínculos con Raúl Rocha Cantú, investigado por tráfico de huachicol y armas, marcan la renovación este miércoles de la dirigencia en medio del plan de inversiones del Gobierno.
La desaceleración económica de México y la guerra arancelaria de Estados Unidos han forzado un reacomodo en la relación entre el Gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum y el empresariado mexicano. Frente a la caída de la inversión y del consumo, la mandataria ha lanzado un plan emergente para reactivar un puñado de proyectos públicos de la mano de las grandes fortunas. En aras de reflotar la actividad económica, Sheinbaum ha priorizado en las últimas semanas los encuentros uno a uno con los dueños de conglomerados, banqueros y presidentes de organismos cúpula. El ambicioso plan diseñado desde Palacio Nacional aterriza en medio de una ruptura entre el.
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